El arándano no es muy común en las mesas españolas. Quizás lo hayas encontrado adornando algún postre o camuflado en un batido «detox». Tal vez te compraste una mermelada en el súper por probar un nuevo sabor. Y si se quieren frescos, pueden adquirirse en pequeñas cajitas en algunos establecimientos, a un precio que les hace más cercanos a un producto gourmet.
Pero lo más interesante de estas bayas, azules y rojas, es que son las protagonistas de numerosos estudios, que han relacionado su ingesta con potenciales beneficios para la salud por su capacidad antibacteriana y antienvejecimiento (son ricos en antioxidantes en forma de vitamina C y flavonoides). Desde su utilización para mantener a raya las infecciones de orina a su potencial para reducir el riesgo de hipertensión, gingivitis, disfunción eréctil y cáncer.